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La policía de Nepal puso en marcha un amplio dispositivo de búsqueda para localizar y detener a más de 10.000 reclusos que siguen en libertad tras las fugas masivas ocurridas la semana pasada durante las protestas anticorrupción de la «generación ZNepal busca a más de 10 mil reclusos fugados durante las masivas protestas
La policía de Nepal puso en marcha un amplio dispositivo de búsqueda para localizar y detener a más de 10.000 reclusos que siguen en libertad tras las fugas masivas ocurridas la semana pasada durante las protestas anticorrupción de la «generación Z». «Se han formado diferentes equipos que pronto serán desplegados para identificar y volver a arrestar a los prisioneros. Se les dio un plazo de unos días a los prisioneros fugitivos para que se entreguen», declaró a la agencia de noticas EFE el portavoz de la Jefatura de Policía de Nepal, el inspector general adjunto Binod Ghimire. La policía además envió una circular a todos los distritos del país y a la policía fronteriza entre la India y China para localizar a posibles prófugos que hayan salido de su control territorial. Las autoridades de los países vecinos han reportado varios casos de detenciones tras recibir avisos del gobierno. Hasta el momento, unos 4.000 presos han optado por entregarse, pero la mayoría continúa prófuga. Según fuentes oficiales, la prioridad de las autoridades es recuperar el control penitenciario y garantizar que los fugitivos no crucen las fronteras. Entre los internos fugados hay personas sentenciadas por delitos graves como asesinato y violación, además de algunos de los convictos más notorios de Nepal, condenados por terrorismo y corrupción, indicó Ghimire. El origen de las evasiones y el impacto social Las fugas comenzaron cuando manifestantes irrumpieron en centros penitenciarios, incendiaron edificios administrativos y forzaron las puertas de las celdas. En el valle de Katmandú se produjeron dos de las mayores evasiones, con unos 3.300 presos fugados en la Cárcel Central de Sundhara y otros 1.400 en la prisión de Nakkhu, en Lalitpur. El 9 de septiembre, las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra reclusos fugados de un centro penitenciario juvenil en el distrito occidental de Banke y mataron a cinco jóvenes reclusos. La policía confirmó que todos eran menores de 18 años. Fuentes de seguridad informaron a EFE de que los manifestantes ayudaron a forzar las puertas de las cárceles en casi todos los distritos. Al menos 14.000 presos se fugaron tras el inicio de la revuelta, según los datos policiales. Las protestas dejaron al menos 72 muertos y más de un millar de heridos, la mayoría por disparos de las fuerzas de seguridad, aunque otros murieron en incendios y ataques que destruyeron instituciones clave como el Parlamento, la Presidencia y el Tribunal Supremo. Respuesta gubernamental El Ejecutivo interino declaró este martes una jornada de luto nacional en memoria de las víctimas y comenzó a conformar un gabinete con figuras vinculadas a la lucha contra la corrupción, mientras en regiones como Lumbini, considerado como el lugar de nacimiento de Buda, la actividad turística empieza a recuperarse. Read more