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El Gobierno británico salió este martes en férrea defensa de la emisora BBC, que vive una de sus peores crisis tras la dimisión de dos directivos y la amenaza de una demanda multimillonaria de Donald Trump, en una sesión parlamentaria de control a la minGobierno británico defiende a la BBC ante amenaza por demanda de Trump
El Gobierno británico salió este martes en férrea defensa de la emisora BBC, que vive una de sus peores crisis tras la dimisión de dos directivos y la amenaza de una demanda multimillonaria de Donald Trump, en una sesión parlamentaria de control a la ministra de Cultura, Lisa Nandy, sobre este tema. «La BBC no es simplemente una emisora, es una institución nacional que pertenece a todos nosotros -dijo Nandy- (...) Es de lejos la fuente de noticias más ampliamente usada y la que genera más confianza en el Reino Unido en un tiempo donde las líneas se desdibujan entre hechos y opinión, entre noticias y polémicas. Es la luz en el faro para las personas de aquí y del resto del mundo». Además, recordó que la emisora «es independiente del Gobierno», aunque en esta crisis el gabinete de Keir Starmer «ha estado trabajando codo con codo» con la BBC. Aunque reconoció que había asuntos suficientemente serios que despertaban preocupación, no los citó por su nombre -ni mencionó al presidente estadounidense- y dedicó la mayor parte de su discurso a defender el papel de la emisora y el trabajo de los dos directivos que dimitieron. La crisis más grave de la BBC en los últimos años estalló el pasado domingo, con la dimisión de su director general, Tim Davie, y la directora de informativos, Deborah Turness, al hacerse público un informe interno en el que quedaba en evidencia que en un programa emitido el pasado verano se había editado de forma interesada un discurso de Donald Trump para que pareciera que había llamado explícitamente al asalto del Capitolio en los disturbios de enero de 2021. Amenaza de demanda multimillonaria Aunque en un primer momento el presidente estadounidense se congratuló de las dimisiones, ayer envió una carta a la BBC en la que amenaza con presentar una demanda por no menos de mil millones de dólares si la emisora no cumple tres condiciones antes del viernes en la tarde: «la retractación inmediata, completa y justa del documental», la emisión de una disculpa pública y una compensación por el daño causado. Hasta el momento, ninguna de las tres condiciones se ha cumplido y no parece claro que vayan a cumplirse. El Gobierno del laborista Keir Starmer mantiene una relación cordial con el de Estados Unidos pese a sus diferencias ideológicas y esta polémica a cuenta de la BBC no puede sino enturbiar unas relaciones que ya sufren ataques de otros aliados del presidente estadounidense, como es el caso del magnate Elon Musk, quien no esconde una cierta fijación por los problemas del Reino Unido. Read more











